1. Fácil instalación: No requiere cables, lo que simplifica la instalación y evita la necesidad de hacer agujeros en las paredes.

2. Movilidad: Al ser inalámbrico, el intercomunicador puede ser transportado fácilmente a diferentes ubicaciones dentro del hogar o la oficina.

3. Flexibilidad: Puede ser utilizado en diferentes tipos de edificios, ya que no está limitado por la necesidad de tendido de cables.

4. Seguridad: Permite la comunicación con personas en la puerta principal o en otras áreas de la propiedad antes de abrir la puerta, lo que contribuye a la seguridad.

5. Comodidad: Facilita la comunicación entre diferentes espacios de la casa u oficina sin necesidad de desplazarse físicamente.

6. Amplia cobertura: Algunos intercomunicadores inalámbricos tienen un alcance considerable, lo que permite la comunicación a larga distancia dentro de la propiedad.

7. Integración con otros dispositivos: Algunos modelos pueden integrarse con sistemas de seguridad o automatización del hogar.

8. Reducción de costos: Al no requerir cableado, se ahorra en costos de instalación y materiales.

9. Fácil mantenimiento: Al no tener cables que puedan deteriorarse, los intercomunicadores inalámbricos suelen requerir menos mantenimiento.

10. Portabilidad: Algunos modelos permiten la movilidad entre diferentes ubicaciones, lo que puede ser útil en propiedades más grandes o en oficinas con varias áreas de trabajo.